Seguro que son pocas las casas en las que esta navidad no hay algo de marisco en la mesa. Un clásico de estas épocas: gambas, centollos, mejillones, almejas, langosta o langostinos son algunos de los manjares que disfrutamos con la familia, amigos o compañeros de trabajo.
La gota o ácido úrico
Pero a pesar de lo rico que nos pueda parecer su sabor a mucha gente, lo cierto es que existe otra cara de la moneda. A pesar de ser alimentos pobres en grasas y ricos en proteínas, también contienen una sustancia llamada purina. Se trata de una sustancia natural que, al ser metabolizada por el organismo, se degrada hasta convertirse en ácido úrico. La conocida gota se produce cuando se da una acumulación de cristales de ácido úrico bajo la piel de las extremidades inferiores.
No es que simplemente por comer marisco ya vaya a suceder esto, pero lo cierto es que hay que prevenir y controlar un poco lo que comemos. Pero no solo con el marisco, también hay que aumentar la precaución con la carne roja o el alcohol, por ejemplo.
Uno de los consejos que habrás escuchado y leído hasta la saciedad es el consumo de agua. A lo mejor dos litros de agua al día resulta excelente para la salud, pero puede ayudar a prevenir ataques de gota. A su paso es capaz de arrastrar los sedimentos cristalinos de ácido úrico, ayudando al organismo a su eliminación.
Todos sabemos que es difícil, por no decir prácticamente imposible, no engordar uno kilos durante la navidad, aunque solo eso no provocará gota. Pero sí que es importante cuidar el peso durante el resto del año, para que así nuestro cuerpo esté sano y preparado para los atracones y los excesos que se dan en estas fechas señaladas.
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