Hace algunos años, la llegada de ciertos meses era sinónimo de la llegada de ciertas frutas a nuestros mercados. Casi un año esperando que llegara de nuevo febrero para poder disfrutar de unas riquísimas fresas. En cambio, en las últimas décadas esto ha cambiado a pasos agigantados, y prácticamente durante todo el año podemos disfrutar de muchas frutas y verduras que antes solo se daban en ciertas épocas.
Pero esto no quiere decir que los alimentos de temporada sean peores, todo lo contrario, son cuentan con muchos beneficios. Comer alimentos de temporada tiene muchos beneficios para la salud, entre ellos que son capaces de mantener todas sus propiedades intactas y, como la naturaleza era sabia, hacerlo en la época del año que más falta hacen.
Al comer productos de temporada nos estamos asegurando que no se han utilizado métodos que favorezcan el desarrollo de la planta de manera artificial.
Alimentos de temporada: beneficios de su consumo
Muchos de los alimentos que están presentes durante todo el año en nuestros mercados lo hacen gracias a la imitación de las condiciones idóneas de humedad y temperatura para su crecimiento y maduración. Esto quiere decir que, por regla general, será necesario la utilización de elementos químicos para su desarrollo.
Uno de los factores que hacen que los alimentos de temporada tengan mucha más calidad, es que esta se recoge en su mejor momento. Los alimentos que no son de temporada hay que recogerlos y transportarlos cuando aún está verde, madurando después en contenedores de un amanera artificial. El ahorro en transporte y envasado, unido a que no hace falta la utilización de productos químicos añadidos, hace que su precio también pueda ser más competitivo.
Recuerda que, durante siglos, el ser humano ha consumido los alimentos que la tierra les daba en cada época. Lo que demuestra la sabiduría de la naturaleza, ya que por ejemplo en invierno es temporada de kiwis, naranjas o mandarinas, unas dosis altísimas de vitamina C que ayudarán a luchar contra los resfriados y la gripe.
